La sardina es uno de los pescados más ricos en ácidos grasos omega-3 y, a diferencia del salmón, suele comercializarse como silvestre. Sin embargo, en Colombia la presentación más común en supermercados son las conservas en salsa de tomate o en aceite vegetal.
Para quienes buscan alternativas más naturales, existen proveedores que ofrecen sardinas frescas o congeladas, empacadas al vacío, disponibles en tiendas especializadas de nutrición y en algunos distribuidores de mariscos. También pueden encontrarse de manera ocasional en las secciones de pescadería de supermercados con oferta de productos importados.
Otra opción es acudir a mercados digitales y aplicaciones de domicilios, donde la disponibilidad varía según la ciudad. En Bogotá y Medellín, por ejemplo, algunos distribuidores ofrecen sardinas frescas al por mayor o congeladas listas para preparar en casa.
Estas alternativas permiten acceder a una fuente económica y altamente nutritiva de omega-3, con la ventaja de evitar salsas o aceites añadidos. Consumidas a la plancha, al horno o en guisos caseros, las sardinas representan una opción práctica y saludable para complementar la dieta.